Un botánico que ayudó muchísimo a los físicos


Hemos hablado hasta ahora del movimiento de las moléculas que forman un cuerpo. Pero, ¿cómo sabe el hombre que en realidad las moléculas se mueven? Todo lo que hemos dicho hasta ahora sólo sería imaginario si no |se hubiera comprobado la existencia! del movimiento molecular. Ello puede hacerse de varias maneras;, pero una que es muy interesante, y que ahora estudiaremos, no la descubrió un físico, sino un botánico. Este ejemplo es doblemente provechoso porque muestra cómo los descubrimientos de una ciencia sirven en otra. Ese botánico fue Roberto Brown y su descubrimiento el siguiente: se hallaba estudiando, con el microscopio, granos de polen -que es el polvo que está adherido a los estambres de las flores- sumergidos en agua. Son partículas muy pequeñas -de aproximadamente 6 milésimas de milímetro-; Brown observó que se movían en el agua en forma asombrosa, siguiendo caminos complicados.

Claro que el fenómeno no se produce únicamente con el polen, sino con cualquier clase de partículas que sean tan pequeñas como ellas. En todos los casos las partículas siguen trayectorias muy curiosas. Brown no pudo explicar el movimiento de las partículas, pero desde entonces a la agitación que las anima se la denomina movimiento browniano.

Pasaron muchos años hasta que alguien pudo explicarlo con todo detalle. ¡El movimiento de las partículas se debe a que son bombardeadas por las moléculas del líquido! Si colocamos un objeto grande en un recipiente que contiene un líquido, las moléculas de éste chocarán contra el objeto. Claro que éste no se mueve, porque es muy grande con respecto a las moléculas. En el caso de los granos de polen y de otras partículas igualmente pequeñas, sí se moverían, porque son muy pequeñas. Como ya sabemos que las moléculas se mueven en forma muy desordenada, tenemos así la explicación del desorden del movimiento browniano.

Este descubrimiento fue muy importante, porque probó no solamente que lías moléculas están en continua agitación, sino también que su movimiento es muy desordenado. Gracias a la observación de Brown podemos estar; seguros de todo lo que sabemos respecto del movimiento de las moléculas y de que no es una fantasía.