La ionósfera, una capa invisible que rodea la Tierra
A una altura de 80 Km, como límite inferior, la Tierra se halla rodeada por una capa invisible denominada ionosfera. Es precisamente esta capa la que permite que las ondas radioeléctricas puedan llegar hasta lugares lejanos. En efecto, dichas ondas se propagan en línea recta, y, como la Tierra tiene forma esférica, las ondas no podrían seguir su curvatura si no fuese por esa notable capa, descubierta precisamente por medio de las ondas electromagnéticas. Ahora podemos preguntarnos: ¿por qué las transmisiones para largas distancias deben realizarse con ondas de corta longitud? La razón es muy simple; vimos que dichas transmisiones podían lograrse debido a que la Tierra estaba rodeada por la ionosfera, cuya acción consiste en permitir que las ondas se reflejen al chocar contra ella y vuelvan nuevamente a la Tierra. Pero esto no ocurre con cualquier onda, solamente sucede con aquellas ondas radioeléctricas de una cierta longitud; precisamente las que corresponden a las bandas de onda corta de nuestro receptor. Es, pues, la ionosfera la que nos obliga a elegir ondas de corta longitud para comunicarnos a grandes distancias. La observación de las figuras que ilustran este capítulo nos permite entender con claridad cómo actúa la ionosfera frente a las ondas electromagnéticas y en qué forma recorren éstas las distancias.
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