Grupo de los ácidos orgánicos. Sus principales características


Los ácidos orgánicos presentan también considerable interés, pero son más débiles que los ácidos minerales como el clorhídrico y el sulfúrico. Los dos primeros términos de la serie son el metanoico o ácido fórmico y el etanoico o ácido acético.

Los ácidos, recibe el nombre de carboxilo y aparece, naturalmente, en todos los ácidos orgánicos.

El ácido fórmico deriva su nombre del latín fórmica que significa “hormiga”, por contenerlo este insecto, y uno de los métodos primitivos para prepararlo consistía en destilar hormigas rojas, es decir, someterlas a la acción del calor. Entre los métodos modernos para su obtención se encuentra la oxidación del alcohol metílico en presencia de platino como catalizador.

El ácido fórmico es un líquido incoloro, de olor irritante; se utiliza en la industria textil.

El ácido acético es el término más importante de la serie y se comercializa generalmente en dos formas: el ácido acético glacial, que es ácido acético concentrado, y el vinagre, que es ácido acético muy diluido. El vinagre se sigue obteniendo por el método primitivo de fermentación de jugos de frutas; primeramente se forma alcohol y después, por exposición al aire y mediante la acción de un microorganismo, se produce el vinagre.

El ácido acético glacial se puede preparar a partir del acetileno; este método se utiliza cada vez más debido a su bajo coste. El ácido acético puro es un sólido blanco que funde a 16,6° C y hierve a 118° C. Es soluble en agua, en alcohol y en la mayoría de los disolventes orgánicos, y se emplea mucho como materia prima para la fabricación de numerosos compuestos orgánicos destinados a diversos fines industriales.