La presión del aire que soportamos es enorme
Sabemos que hay varias clases de presiones. Desde luego, por ejemplo, nos hacemos cargo de lo que significa oprimir un objeto cualquiera con el dedo, y al emplear la palabra “presión”, es posible que acuda a nuestra mente una idea de esa especie. Por otra parte, cuando sostenemos un objeto en la mano, sentimos la presión debida a la gravedad: ésta es también una clase de presión que nos es bien conocida, y que es aplicable a los diferentes estados de la materia: sólido, líquido o gaseoso.
Vamos a considerar ahora algunos otros géneros de presión, y podremos ver que también en este caso tendremos que hablar de medidas. Así como hemos encontrado una manera especial de medir la gravedad, el peso especifico y otras propiedades, se han ideado maneras adecuadas do medir las diferentes presiones, de las cuales vamos a tratar.
Decimos que la materia se halla en estado sólido, liquido o gaseoso; pero de estos tres estados hay dos que se parecen uno al otro mucho más que lo que cualquiera de ellos se parece al tercero. El agua es muy diferente del aire; sin embargo, hay una circunstancia muy importante, en virtud de la cual el agua y el aire se parecen entre sí mucho más de lo que cualquiera de ellos se parece al suelo que pisamos, y es que aquellos dos poseen precisamente fluidez.
En los cuerpos sólidos hay ciertas fuerzas que mantienen juntas las moléculas de que se componen, de manera que el conjunto conserva siempre su forma: pero la forma del agua o la del aire -si es que podemos hablar de tal cosa- cambia constantemente, con tal de que se le permita hacerlo, porque poseen la facultad de fluir. Por eso los gases y los líquidos, en el lenguaje científico, son conocidos con el nombre de fluidos. En el lenguaje vulgar, las palabras fluido y líquido significan lo mismo; pero conviene tener presente que los gases también son fluidos, porque, lo mismo que los líquidos, fluyen.
Ahora bien, todo fluido, en cualquier tiempo y lugar, ejerce siempre cierta presión que se llama presión de los fluidos y de la cual existe un ejemplo muy interesante: la presión que el aire ejerce sobre una superficie.
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