Algunos monumentos notables de la arquitectura romana
El coliseo o anfiteatro flavio: Es uno de los monumentos más grandiosos del mundo antiguo, que hicieron levantar los emperadores Vespasiano y Tito. Su planta es de forma elíptica, y su capacidad, para más de 100.000 espectadores; la altura sobrepasa los cincuenta metros. Constaba de cuatro pisos; los tres primeros eran de arcos perfilados entre columnas, en las que se superponen los tres órdenes clásicos: dórico, jónico y corintio, y el cuarto con ventanales en lugar de arcos. El pórtico exterior era de mármol y estaba formado por 80 arcadas, de las que quedan 33 en ruinas. La gradería, en forma de embudo, se dividía en tres partes: podium, praecictiones y pórticus; el primero, profusamente decorado con relieves y estucos, era el de los emperadores, los senadores, magistrados y embajadores; comprendía, además, un! recinto especial destinado a las vestales, quienes concurrían al espectáculo vestidas de rojo.
El arco de tito: El arco de triunfo fue un tipo de monumento conmemorativo, creado por los romanos, que el Senado y los emperadores mandaban levantar para celebrar sus victorias; de ellos quedan varios ejemplos tanto en ¡las provincias como en la ciudad de Roma, donde se destacan, entre otros, los de Tito, Constantino y Septimio Severo; algunos, como el de Tito, tienen un solo vano o bóveda; otros, en cambio, como el de Constantino, ofrecen tres. Bajo la bóveda central pasaba el general vencedor sobre un carro tirado por cuatro corceles. Detrás desfilaban los soldados victoriosos con el botín conquistado.
Uno de los motivos decorativos que' luce el Arco de Tito es el candelabro de siete brazos del templo de Jerusalén, que el emperador llevó a Roma después de la destrucción de la ciudad y del cual toma el nombre de sepíen lucernátum que le dieron los romanos de la época. Este arco, levantado para conmemorar el triunfo de Tito sobre los hebreos en el año 70,, tiene 15 metros de alto por 13 de ancho y 4 de profundidad. Su única bóveda está adornada en cada cara por cuatro columnas acanaladas de orden compuesto; en uno de sus frentes) se puede ver la efigie de Roma y en el opuesto la del genio romano; en ¡el friso se reproducen escenas relativas a la conquista, la diosa Roma y Victoria Alada que desciende del¡ cielo para coronar al emperador.
La columna de trajano: Entre los monumentos destacables de Roma sobresale la columna historiada que se levantó en el centro del Foro de Trajano, bajo la dirección de Apolodoro, en el año 114; especie de poema realizado en piedra, relata las hazañas: del emperador sobre una espiral de veinticuatro vueltas, totalmente cubierta de relieves que recuerdan su victoria sobre Decébalo, rey de los dacios. Única en su género, se ha dicho de ella que es el libro más bello de la biblioteca romana y la exteriorización más perfecta del genio de este pueblo. Sobre un alto pedestal se levanta el fuste de la columna, integrado por 23 cilindros superpuestos que alcanzan una altura de unos 30 metros; sobre el fuste se agregó un plinto y una estatua dorada del emperador, que luego fue reemplazada por otra de san Pedro. El pedestal, de base cuadrada, ofrece en tres de sus caras magníficos trofeos conquistados en las campañas militares; en la cuarta cara se abre una puerta que comunica con una cripta que guardaba una urna de oro con las cenizas de Trajano. La misma puerta comunica con una; escalera de caracol, de 185 peldaños1, que conduce hasta el extremo superior de la columna. Su friso está decorado con más de dos mil imágenes, algunas de las cuales llegan a setenta centímetros de altura. El panteón: Es uno de los monumentos más importantes de los romanos, que lo erigieron para sede de todos sus dioses y de las divinidades extranjeras. Sus cimientos fueron echados en el año 72 de la fundación de Roma, por Marco Agripa, en medio de lo; que fuera un pantano, desecado por él mismo. Fue consagrado en el año 27 a las divinidades de la gens Julio-Claudiana, a la que pertenecieron Julio César y Octavio, quienes se decían descendientes de la diosa Venus, madre de Eneas, cuya estatua, con la de Marte, se levantaba en el templo junto a la de Julio César. Está formado por un solo ambiente circular, precedido por un pórtico que sostienen dieciséis columnas monolíticas de granito rosa y gris traídas de Egipto, de estilo corintio y lisas, de 12,50 metros de alto por 1,50 metros de circunferencia, con capiteles de mármol blanco. El pórtico está pavimentado con granito y la armazón constituida originalmente por placas de bronce, material usado para su monumental puerta de 9,50 metros de alto por 6 metros de ancho. La particularidad sobresaliente de este monumento radica en su cúpula de ladrillo, semiesférica y con una abertura en la parte superior. No obstante los años transcurridos, se conservó casi intacto hasta nuestros días; fue restaurado en parte.
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