La dama de Elche, la más famosa escultura íbera


Es, sin duda, uno de los ejemplos más hermosos de la escultura íbera. Se trata de un busto de mujer madura, algo menor que el normal, cuyos hermosos rasgos llaman la atención por la perfección de sus líneas, en las que se notan influencias orientales con la particularidad de un policromismo que recuerda el de los griegos; sus colores son los mismos que usaron los artistas jónicos. La gravedad de su rostro nos permite suponer que es la imagen de una reina o una sacerdotisa. Es admirable la cantidad de joyas y adornos de su tocado y vestido, esculpidos en relieves con detalles tan primorosos que los convierten en una verdadera filigrana.