La muerte y transfiguración de Leonardo
Después de la rivalidad sostenida con Miguel Ángel, Leonardo volvió a su ciudad natal y pasó luego a Roma, donde enfrentó de nuevo a su rival en la ejecución de la fachada de un edificio.
Leonardo pasó sus últimos años al servicio de Francisco I de Francia, quien le dio por residencia el castillo de Amboise, donde murió el 2 de mayo de 1519.
Como pintor tuvo un admirable concepto de la belleza. Su fantasía concibió las escenas más bellas dándoles vida al pintarlas. Sus escritos relativos al arte constituyen los fundamentos de la ciencia pictórica y están contenidos, como se ha dicho, en su Tratado de la pintura, considerado como un monumento de imperecedera gloria.
Leonardo da Vinci fue el primer gran pintor que, esquivando el rutinario ejemplo de sus predecesores y contemporáneos, buscó sus modelos en la naturaleza misma, reproduciéndolos tales como eran. A más de cuatro siglos de su muerte, el influjo que este artista ejerce entre los que cultivan su arte, es realmente notable, convirtiéndose en manantial inagotable de belleza e inspiración.
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