Augusto Rodin, precursor de la escultura moderna
Augusto Rodin (1840-1917), célebre escultor francés autor de la famosa estatua EZ Pensador, es, tal vez, el precursor del modernismo escultórico, porque su palabra y su obra influyeron mucho sobre los escultores contemporáneos.
En una época en que la escultura más estimada era la que reflejaba mejor la vida en un realismo casi fotográfico que la copiaba en sus detalles más insignificantes, Rodin fue un verdadero revolucionario al afirmar que un molde es menos verdadero que su propia estructura, porque un molde sólo reproduce apenas la forma exterior. “Yo, en cambio -afirma Rodin-, en mis estatuas reproduzco, además, el espíritu que anima a mis modelos, que es, ciertamente, una parte también de la Naturaleza”. Tal postulado lo llevó a defender calurosamente la acentuación de las líneas esenciales, como lo hicieron los egipcios en sus obras escultóricas, las cuales producen, según el ilustre escultor francés, el efecto de un himno sagrado. Rodin elogió, además, a todo artista que tuviera el don de generalizar las formas sin privarlas de su vivida realidad.
La obra de Rodin refleja no sólo lo que ve sino lo que sabe; no reproduce el cuerpo humano tal como aparece a sus ojos, sino que lo recrea de acuerdo con su entendimiento, concordando así con los artistas de nuestros tiempos que desprecian los detalles y se contentan con las líneas fundamentales, destacando cualidades abstractas. Exageró la amplitud o la pequeñez, y exageró la actitud del modelo, para hacer sobresalir los sentimientos de acción o de reposo, más que la realidad que los ojos indiferentes pudieran contemplar. Para conseguirlo, le era necesario analizar la figura, tratando de fijar lo que quería destacar.
Rodin, el más grande escultor de los últimos tiempos, se caracteriza por el vigor de su obra, el estudio cuidadoso que hizo de las formas y, sobre todo, por la originalidad de su concepción artística.
Entre su abundante producción recordamos, además de El Pensador, obras tan interesantes como San Juan Bautista predicando. La Edad del Bronce, Los burgueses de Calais, El Beso y El Pensamiento. Su obra más popular, El Pensador, es una figura masculina que parece consumirse en busca de la verdad, y en cuyo expresivo rostro el artista compendió los problemas fundamentales que preocupan a la humanidad.
La tradición de Rodin fue continuada por un grupo interesante de escultores franceses como Bourdelle, retratista de gran vigor y autor de la estatua del General Alvear -erigida en Buenos Aires- y del Heracles arquero; Aristides Maillot, famoso por sus estatuas femeninas, y otros más como Brancusi, por ejemplo, de quien nos ocuparemos más adelante por pertenecer ya al grupo de escultores contemporáneos, aunque siguió cultivando también el retrato.
Pagina anterior: Del realismo al arte abstracto y sus definiciones
Pagina siguiente: Lehmbruck, figura de relieve en la escultura moderna