Puerto Rico es, verdaderamente, una isla encantada del trópico


El aspecto físico de Puerto Rico es muy hermoso, pues la naturaleza tropical le da gran encanto, que la mano del hombre se ha encargado de aumentar. El clima, agradable y sano, tiene por principal característica la regularidad de la temperatura, cuya oscilación anual, menor de 6o centígrados, le hace gozar de una primavera perenne. Los vientos alisios llevan la humedad del mar y moderan los calores; las lluvias varían, según las zonas, entre los 1.550 y los 900 mm anuales. Existen sólo dos estaciones: la de las lluvias y la de las sequías. Lo único que impide que Puerto Rico sea un verdadero paraíso son los huracanes y ciclones del Caribe, que se desencadenan durante los meses de julio a octubre y causan grandes estragos, si bien su acción es menor, en intensidad y frecuencia, que la que ejercen sobre Jamaica, Cuba y las Antillas Menores.

Hay en la isla numerosas cuevas, que se supone han servido de morada a los primitivos habitantes, pues se encuentran en ellas interesantes dibujos grabados en las rocas. Son muy hermosas las de Aguas Buenas, en las cuales una pequeña abertura permite la entrada a un salón de grandes dimensiones, que presenta dos grietas en el fondo; éstas dan paso a otros salones llenos de estalactitas y estalagmitas de extrañas y caprichosas formas, debajo de los cuales pasa un río subterráneo. Millares de murciélagos viven en estas cavernas, donde con el correr de los años han formado depósitos de fertilizante guano.

La flora autóctona es muy variada y exuberante; abundan los árboles de maderas valiosas, los frutales y las plantas ornamentales, medicinales, textiles y tintóreas. Los principales vegetales de cultivo, a los que Puerto Rico debe casi exclusivamente su riqueza, son la caña de azúcar, el café y el tabaco, que exporta en cantidad.

En la isla no hay, en la actualidad, animales feroces; existe, por el contrario, gran variedad de aves, entre las cuales se encuentran pájaros de brillantes colores y de armonioso canto. El mar circundante es rico en especies comestibles. La ganadería representa un valor considerable, sobre todo en vacunos y porcinos.