De cómo por poco pierde Bolívar la vida a manos de un puñal asesino
Al año siguiente (1815) se estrelló nuevamente en Cartagena, de donde emigró a Jamaica. Allí estuvo a punto de perder la vida, pues uno de sus viejos esclavos acuchilló a un hombre que dormía en la hamaca en que generalmente lo hacía el Libertador, creyendo que era él. En Kingston escribió la memoria así llamada, visión profética del futuro de América libre. De Jamaica pasó a Haití, donde el presidente Petión le brindó asilo y lo apoyó en sus planes para regresar a Venezuela.
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