Brevísima historia de la extraña isla de Pascua
El marino holandés Roggeveen descubrió esta tierra el 5 de abril de 1722, día de Pascua de Resurrección; y por este motivo le dio el nombre de isla de Pascua. También se la denomina Te-Pito-Te-Henwa (El ombligo de la Tierra).
Cuenta Roggeveen que en la isla se veían cultivos, árboles y aves domésticas parecidas a las de Europa. Sus habitantes eran bien formados, de carácter suave y tímido, de tez morena y algunos enteramente blancos; llevaban escasa vestimenta y se pintaban de blanco y rojo.
Unos cincuenta años después de la llegada del marino holandés, el virrey de Perú envió dos barcos, San Lorenzo y Rosalía, al mando de Felipe González, con la misión de recorrer la parte occidental del Pacífico. Los barcos llegaron a la isla de Pascua, tomaron posesión de ella en nombre del rey de España y le dieron el nombre de San Carlos.
Cook, el famoso navegante inglés, la visitó cuatro años más tarde y sacó de ella innumerables curiosidades. El francés La Perouse también estuvo en la isla en abril de 1786, época en que ya se la consideraba como dependiente de Chile. En el siglo xix, numerosos buques británicos dieron noticias de ella, y la corbeta chilena O'Higins la visitó en 1840 y en 1857. Por último, Chile tomó oficialmente posesión de ella en 1888.
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