Declaración de guerra de Artigas al directorio de Buenos Aires


 La aparente complacencia de Pueyrredón con los portugueses llevó a Artigas a declarar la guerra al gobierno bonaerense.

El entrerriano Francisco Ramírez, fiel todavía al Protector, derrotó en su provincia a las fuerzas de Buenos Aires; algo más tarde, Andresito, que se había adueñado nuevamente de una parte de las Misiones, venció a los directoriales en Corrientes.

Restablecido su predominio en las provincias litorales, Artigas volvió a encararse con los portugueses, emprendiendo una nueva invasión sobre Río Grande. El resultado inmediato de esta invasión fue favorable, pero de efímero alcance.

Mientras tanto, el general Curado, con un ejército de 4.000 hombres, pasaba al territorio oriental y marchaba al encuentro de Artigas, que había acampado en Purificación. La vanguardia artiguista fue derrotada, a los pocos días, por la del ejército enemigo. Artigas retrocedió entonces hasta el Queguay, donde acampó. Una división portuguesa mandada por Bento Manuel Riveiro atravesó el Uruguay y sorprendió a las fuerzas de Artigas, que se retiraron, abandonando en manos de los portugueses todo su material de guerra y 200 prisioneros, entre los que se contaba don Miguel Barreiro, el ilustre consejero de Artigas.