Sebastián Gaboto y el primer establecimiento español en la región del plata


Una nueva expedición salió de la península el 20 de setiembre de 1519, al mando del famoso navegante Hernando de Magallanes, en busca del presentido pasaje a través del Nuevo Mundo. La flota recaló en 1520 en el río de Solís, y recorrió la costa sur del estuario hasta la desembocadura del Uruguay, desde donde volvió proas al Atlántico y, costeando el continente, siguió rumbo hacia el Sur, para descubrir, el 1" de noviembre de 1520, el anhelado pasaje, al que llamó estrecho de Todos los Santos, y que hoy se llama estrecho de Magallanes.

En 1526, el piloto Sebastián Gaboto, hijo de Juan, autor de grandes descubrimientos en el norte de América, zarpó de España en viaje a las Molucas por el derrotero do Magallanes, con una escuadra de reducida importancia, que azotada por fuertes tempestades sufrió la pérdida de la nave capitana frente a la costa de Brasil, cerca del río de la Plata.

Gaboto, con la escuadra disminuida, decidió detenerse a explorar el río de Solís, en lugar de continuar la navegación por la ruta encomendada. Habiéndose acercado a la costa oriental, se le presentó un español que residía en el país, seguro y contento, y que resultó ser el grumete de Solís, Francisco del Puerto, a quien los indios habían hecho gracia de la vida, y que vivía con ellos. Del Puerto ofreció a Gaboto sus valiosísimos servicios. Como conocía la lengua de los naturales, le dio interesantes noticias sobre la geografía del país y preciosos datos acerca de la riqueza de las regiones interiores, que él había obtenido de los mismos indios durante su larga convivencia con ellos, en cuyo poder había visto algunas muestras de metales preciosos que lucían en los adornos de sus cuellos, brazos y orejas.

Gaboto remontó el río Paraná de las Palmas, que desemboca en el río de la Plata frente a la isla Martín García, y en la desembocadura del río Carcarañá fundó la primera población que ha existido en el territorio que más tarde sería la República Argentina, llamándola Sancti Spiritus. En ella dejó una guarnición, y continuó explorando hasta llegar al río Bermejo. A su regreso encontró arrasado el fuerte Sancti Spiritus y muertos sus escasos defensores. Impresionado por el desastre, Gaboto apresuró el regreso a su punto de partida, adonde llegó el 22 de julio de 1530.