ÁBACO
EL ÁBACO - CONCLUSIONES
Actualmente las escuelas de párvulos poseen este ábaco en la forma siguiente: El marco está vertical, y horizontales los alambres, unos debajo de otros: el alambre inferior es el de las unidades, el inmediato es el de las decenas; el que sigue, de les centenas, etc..
Es muy de notar que en los ábacos no se leen las unidades de cada especie, sino que se cuentan; lo cual sucede con todos los sistemas en que se repite un solo punto, trazo o medio representativo cualquiera, como en los dados, el dominó, las campanadas de las horas, etc. El ábaco de numeración chino, lo mismo que el etrusco, constituyeron en su época un grandísimo progreso, por haber realizado el admirable sistema de nuestra numeración escrita, en cuya virtud cada cifra tiene un valor absoluto y otro de posición. Pero, como una bola, o dos, o tres bolas..., no son el concepto puro de los grados de la escala de la pluralidad, 1, 2, 3, 4...; y, por otra parte, como las cantidades representadas por las bolas de cada alambre utilizadas en cada caso particular no se leen, sino que se cuentan; no falta quienes consideren que el ábaco de los números en las escuelas de párvulos no es un medio tan eficaz de enseñanza como se pondera, ni tan propio, como se dice, del estado de nuestra civilización. Y, verdaderamente, los hechos dan en cierto modo la razón a los que tal objetan, ya que en gran número de escuelas, al cabo de algún tiempo, los ábacos constituyen más bien un objeto de adorno que un medio positivo de enseñanza.