Biografia de Voltaire [François-Marie Arouet]
(París, 1694-id., 1778) Escritor y filósofo francés. Educado en un colegio jesuita, destacó precozmente por su ingenio y una cierta sed de celebridad, lo cual gustó en los círculos libertinos en los que lo había introducido su tío. Su padre le obligó a estudiar leyes en La Haya, imposición contra la que él se rebeló, con la intención de consagrarse a la literatura. Su polémica personalidad se hizo notar rápidamente y, si bien le valió para introducirse en la alta nobleza como literato de la corte, no consiguió evitarle algunos problemas con la justicia, que acabaron, tras ser encerrado en dos ocasiones en la Bastilla, con su exilio en Londres (1726-1729). Se dio a conocer con la tragedia filosófica y satírica Edipo (1718), escrita durante su primera reclusión en la Bastilla, y con la que fue saludado como digno sucesor de Racine y Corneille, y más tarde, pasó a ser el Virgilio de Francia con el Poema de la Liga (1723), subversiva epopeya anticlerical dirigida contra el fanatismo de la Liga, editada clandestinamente y que le dio una enorme popularidad entre la nobleza. A pesar de su exilio, pronto consiguió ganarse la simpatía de la clase alta inglesa; la atracción que sentía por la cultura anglosajona, unida a su impenitente afán polémico, le movió a escribir las Cartas filosóficas sobre Inglaterra o Cartas inglesas (1734), en las que proclama la «superioridad intelectual» de Gran Bretaña respecto a Francia, anquilosada por las supersticiones y el fanatismo religioso y nada abierta al progreso. Este entusiasmo por la nación británica lo puso en práctica en una serie de tragedias escritas bajo la influencia shakespeariana, entre ellas Zaire (1732), con la cual obtuvo un gran éxito, a la vez que se estrenaba como prosista con la Historia de Carlos XII (1731), obra dramática y filosófica que fue retirada por la policía y editada clandestinamente, lo cual no impidió su reconocimiento internacional. A caballo entre París y Roma, en 1733 conoció a la que sería su amante, protectora e inspiradora, Madame du Châtelet. Amenazado y vigilado por su fama de autor subversivo, pasó largas temporadas refugiado en el castillo que su amante poseía en Cirey, durante las cuales se dedicó al estudio y a la experimentación en el laboratorio, y aprovechó para divulgar las teorías newtonianas en sus Elementos de la filosofía de Newton (1738), a la vez que adquirió una importante erudición. Poco a poco, a través de algunas obras escritas pensando en el gusto real, y a pesar de nuevos escándalos por otras obras, consiguió recuperar su puesto en la corte de Versalles: realizó misiones diplomáticas durante la guerra de Sucesión española, Luis XV lo nombró luego historiógrafo real (1745), ingresó en 1746 en la Academia Francesa y fue nombrado gentilhombre ordinario de la cámara del rey. Sin embargo, dos años más tarde fue despedido de Versalles por su arrogancia, y al mismo tiempo su vida sentimental empezó a complicarse. Finalmente, tras la muerte de su amante (1749), decidió aceptar la invitación de Federico de Prusia y se trasladó a Potsdam (1750-1753); pocos años después se indispuso con su real anfitrión y se estableció en Ginebra, pero pronto el escándalo y la polémica lo salpicaron de nuevo. Fue una época de crisis para Voltaire, en que el pesimismo comenzó a hacer mella en su ánimo, como lo reflejan sus Poemas sobre el desastre de Lisboa (1756) y la novela corta Cándido o el optimismo (1759), y acabó comprando una propiedad en Ferney para refugiarse, con su nueva amante, su sobrina Madame Denis. Inició entonces la etapa final de su vida, en la que colaboró con los enciclopedistas, atacó a Rousseau y los ateos, e hizo de su castillo una especie de morada de la intelectualidad subversiva, pero sin dejar nunca de escribir. En 1778, poco antes de morir, fue recibido triunfalmente en París, donde se representaba en la Comedia Francesa su obra Irène.