Biografia de Veintemilla, Ignacio de
(Quito, 1830-Lima, 1909) Político y militar ecuatoriano. En 1865, el presidente de la República, Jerónimo Carrión, lo nombró ministro de Guerra y Marina, cargo que ocupó hasta 1867. Poco después, en 1869, merced a sus contactos con varios altos cargos del ejército, y con la colaboración de su hermano José, encabezó un golpe de Estado destinado a derrocar al presidente Gabriel García Moreno, quien llevaba en el cargo desde 1859 y contaba con el apoyo de las altas instancias religiosas y la oligarquía terrateniente. La intentona, sin embargo, no fructificó, y Veintemilla, detenido, fue juzgado y condenado al exilio. Se trasladó a Europa, donde permaneció hasta 1875, fecha en que regresó a su país para ponerse al frente de las tropas liberales y enfrentarse a Antonio Borrero, quien poco antes había sustituido al asesinado García Moreno. El 8 de septiembre de 1876, sus tropas consiguieron deponer a Borrero, tras lo cual el propio Veintemilla pasó a ocupar el poder. Si bien siempre había luchado contra las prácticas dictatoriales que habían caracterizado la presidencia de García Moreno, quien en 1869 había promulgado una Constitución autoritaria y confesional y restringido las libertades individuales, su gobierno fue adoptando progresivamente formas no constitucionales y alejadas del Estado de derecho. Ello motivó un creciente descontento hacia su política, tanto entre las filas conservadoras como entre las liberales. En el intento de atajar la situación y evitar la pérdida de apoyos políticos, lo cual ponía en peligro su continuidad al frente del gobierno, Veintemilla no dudó en dar un golpe de Estado y autoproclamarse dictador. Sin embargo, el rechazo y la presión popular no le permitieron consumar su propósito, y en 1883 fue depuesto por una revuelta militar. Poco antes de su caída, sin embargo, se aseguró los fondos económicos necesarios para poder trasladarse al exilio. En Guayaquil, donde se había refugiado antes de abandonar el país, ordenó emplazar un cañón frente a la sede local del Banco de Ecuador, a cuyo gerente ordenó que le entregase 200.000 pesos. Ante la coacción, dicho gerente no tuvo más remedio que darle el dinero, con el cual Veintemilla se exilió en Perú, país en el que permaneció hasta su fallecimiento.