Biografia de Juana I la Loca

(Toledo, España, 1479-Tordesillas, id., 1555) Reina de Castilla (1504-1555). Hija de los Reyes Católicos, de acuerdo con las alianzas matrimoniales de su padre, que tendían a aislar a Francia, contrajo matrimonio con el archiduque Felipe el Hermoso, primogénito de Maximiliano I de Austria. Muertos sus hermanos Juan e Isabel, y su sobrino Miguel de Portugal, fue reconocida, junto con su marido, heredera de la Corona de Aragón, pero sólo en el caso de que su padre no tuviera ningún otro hijo varón legítimo. El año 1504, Isabel, su madre, la nombró heredera, pese a que la princesa presentaba claros indicios de desequilibrio mental, por lo que dejó también estipulada la posibilidad de que Fernando actuase como regente de Castilla hasta la mayoría de edad de su nieto Carlos, hijo de Juana, en caso de ausencia o incapacidad de ésta. El mismo año de la muerte de Isabel, Felipe reclamó el trono, con el apoyo de Francia y el beneplácito de un sector de la nobleza castellana, que veía con malos ojos la intromisión de Fernando en el gobierno de Castilla. Fernando, que temía el carácter profrancés de Felipe, trató de conseguir, en vano, de las cortes de Toro el reconocimiento de la incapacidad de su hija para gobernar. En 1506, y en función del convenio de Villafáfila, Juana fue apartada del trono en beneficio de su marido. Tras la muerte de su esposo, acaecida ese mismo año, la salud mental de Juana empeoró claramente, y se retiró a Tordesillas, dejando al cardenal Cisneros como regente. A la muerte de su padre (1516), heredó los estados aragoneses, cuyo gobierno delegó en su hijo Carlos, como haría con Castilla un año después. En lo sucesivo vivió apartada del poder, aunque los comuneros trataron, infructuosamente, de ganarla para su causa.