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Biografia de Jesús
(Belén, actual Israel, h. 6 a.C-Jerusalén, h. 30 d.C.) Fundador del cristianismo. Dada la parquedad de las noticias que los autores latinos aportan acerca de la vida de Jesús, la fuente principal cuando se trata de establecer las circunstancias de su existencia son los textos cristianos, en especial los Evangelios, redactados por diversos autores en la segunda mitad del siglo I d.C. Las divergencias entre los cuatro Evangelios canónicos y con los considerados apócrifos, y, sobre todo, el sentido eminentemente religioso y evangelizador de estos escritos, hace difícil establecer su veracidad histórica. Parece que la fecha de su nacimiento sería unos años anterior a la transmitida por la tradición, en base a los datos de diversas fuentes. Hijo de un carpintero llamado José y de María, ambos de la estirpe de David, segundo rey de Israel, fue identificado por Juan el Bautista con el Mesías, «el ungido de Dios que salvará a su pueblo», al cual aludían los profetas del Antiguo Testamento. Según el testimonio de los cuatro Evangelios, nació en Belén, pequeña aldea próxima a Jerusalén, adonde habían acudido sus padres a empadronarse en cumplimiento de una orden dada, al parecer, por Quirino, gobernador romano de Siria. Este hecho podría no ser exacto, según creen muchos historiadores, y así, el supuesto nacimiento de Jesús en Belén bien podría ser un añadido realizado a posteriori para hacer concordar su persona con el Mesías, que supuestamente debía nacer en ese lugar. Durante su juventud, en Nazaret, Jesús habría aprendido el oficio de su padre, al tiempo que leía los textos sagrados judíos del Antiguo Testamento y escuchaba con particular atención a los maestros de las sinagogas. Hacia el «decimoquinto año del gobierno de Tiberio», siempre según los Evangelios, Juan el Bautista anunció el advenimiento de Cristo y de su reino y comenzó a bautizar en las aguas del Jordán, donde reconoció a Jesús como aquel que anunciaban las Escrituras. Los cuatro Evangelios informan del carácter de su doctrina y de los hechos que su prédica suscitó en la sociedad palestina de la época; ante todo, la labor de Jesús debe entenderse dentro de unas coordenadas culturales que contemplaban la llegada de un Mesías que redimiría al pueblo judío y lo liberaría de los romanos. Su cuestionamiento de la jerarquía sacerdotal y de ciertas interpretaciones farisaicas de la Ley, que anteponían la apariencia y el ritual al contenido moral, y su idea del sacrificio y del amor a Dios y al prójimo como fuentes de salvación, constituyeron una verdadera revolución en el sistema religioso judío basado en el Antiguo Testamento. El profundo conocimiento del espíritu humano y de los problemas cotidianos y la sencillez con que Jesús elaboró su mensaje fueron los factores que dieron a éste una trascendencia universal, circunstancia que provocó en su tiempo la virulenta reacción de la jerarquía religiosa representada por el Sanedrín, cuyos miembros conspiraron para acabar con él. Los Evangelios describen que fue traicionado por Judas, uno de los doce discípulos encargados de difundir su palabra, y que fue apresado luego de haber celebrado la cena de Pascua. Acusado por el Sanedrín de anunciar la destrucción del Templo y cuestionar la autoridad del César, fue enviado ante Poncio Pilato, gobernador romano de Palestina. No sin reparos, pues consideraba que se trataba de una cuestión religiosa que debían resolver los propios judíos y que Jesús no representaba un peligro para Roma, Pilato terminó cediendo a la presión de la jerarquía sacerdotal y lo condenó a morir crucificado el 7 de abril del año 30 d.C.; según los Evangelios, resucitó tres días después, y se apareció en diversas ocasiones a sus discípulos. En los años siguientes, el cristianismo se expandió con gran fuerza por todo el Imperio Romano.
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