René Théophile Hyacinthe Laennec vivió sólo 45 años. Nació en Quimper, en la
Bretaña, en 1781 y murió de una tuberculosis, vuelto a Quimper, en 1826.
Creció cerca de Nantes en casa de un tío médico, Guillaume
Laennec, buen médico práctico y humanista. A su lado el adolescente aprendió las
letras clásicas y vio nacer su vocación de médico. Era el tiempo de la revolución
y contrarrevolución. La casa de los Laennec estaba frente a la Place du Bouffai,
donde a diario se hacían las ejecuciones con intenso clamor. La familia tuvo que
cambiar domicilio. Laennec era de inteligencia brillante, de gran capacidad
de observación, de espíritu fervoroso y sencillo, con inclinaciones por las letras
y la música. Con estas dotes y unas hojas con poemas manuscritos, a los 19 años
de edad, becado como Elève de la Patrie, partió a Paris a la École Spéciale
de Santé, a seguir los estudios formales de medicina, en los que pronto se
distinguió. En el concurso nacional de premios de Medicina de 1803 obtuvo dos
de los cuatro premios. En la prueba de cirugía, en que tuvo que practicar una
amputación del húmero, le ayudó Dupuytren, uno de los cirujanos más destacados
de la época, creador de numerosas técnicas operatorias, recordado por la contractura
palmar y por la fractura del extremo inferior de la tibia. Laennec se doctoró
cuatro después. El año1816 fue decisivo para Laennec: fue nombrado médico jefe
del hospital Necker e inventó el estetoscopio. En el Collège de France sucedió
a Corvisart como profesor. Tres son las principales contribuciones de Laennec:
la invención del estetoscopio, la delimitación de cuadros semiológicos de enfermedades
cardíacas y pulmonares, y la descripción de numerosas lesiones anátomo-patológicas.
En cuanto al invento: en esa época, en que en Francia ya
no se usaba peluca, se practicaba la auscultación inmediata apoyando el oído directamente
al pecho. El procedimiento tenía varios inconvenientes, entre ellos, la dificultad
de percibir ruidos en pacientes obesos, y el atropello al recato de mujeres. Y
justamente Laennec asistía a una paciente cardiópata corpulenta y joven. Según
el relato de su amigo Lejumeau, la idea del invento surgió así: un día, camino
al hospital, Laennec pasó por el patio del Louvre, donde estaban jugando unos
niños con tablas que yacían junto a escombros. Habían inventado un juego: uno
aplicaba un oído al extremo del tablón y otro golpeaba la otra punta de la tabla.
De inmediato apuró el paso al hospital, pidió allí papel, lo enrolló como un tubo
y auscultó. Se oía mucho mejor. Así, se fabricó el estetoscopio de madera, de
cedro o ébano, cilíndrico, de 30 centímetros de largo y tres de diámetro, más
ancho en los extremos, con un canal central de 5 milímetros. La transmisión era
uniauricular. En cuanto a lo que hizo con el invento: tres años después,
en 1819, apareció su obra de dos voluminosos tomos, De l'auscultation médiate
ou traité de diagnostic des maladies des poumons et du coeur fondé principalement
sur ce nouveau moyen d'exploration. Con la minuciosidad del sensualista había
estado delimitando los cuadros semiológicos y para ello se había apoyado en las
autopsias.
|