Una zorra a la cual un cepo le había cortado la cola, estaba
tan avergonzada, que consideraba su vida horrorosa, por lo cual decidió que
aconsejaría a las demás hermanas cortarse también la cola, para así
disimular con la igualdad general, su defecto personal. Reunió entonces a
todas, diciéndoles que la cola no sólo era un feo agregado, sino además una
carga sin razón. Pero una de sus compañeras tomó la palabra y dijo:
-- Oye hermana, si no fuera por tu conveniencia de ahora, ¿ nos darías en
realidad este consejo ? Cuídate de los que dan consejo en busca
de su propio beneficio, y no
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