DEL
AIRE AMBIENTE RESUMEN El
ozono es un constituyente importante de la atmósfera, aunque su rol varía fundamentalmente
con la altura. La concentración de
ozono cerca de la superficie terrestre es de gran interés debido a los adversos
efectos ambientales que produce. La
contaminación del aire ambiente en forma de óxidos de nitrógeno (NOX) y compuestos
orgánicos volátiles (VOC), emitidos por vehículos automotores y fuentes estacionarias,
da lugar a su formación. Su producción
en el aire ambiente a partir de estos precursores es una función compleja de muchos
factores que incluyen la intensidad de la luz solar, el mezclado atmosférico,
las concentraciones y la relación entre ellas de los precursores, y la reactividad
de los precursores orgánicos.
Para desarrollar una estrategia
efectiva para su reducción es necesario un conocimiento de la compleja relación
entre las concentraciones de ozono y el nivel de las emisiones de sus precursores,
VOC y NOX. La importancia de estas
emisiones y su impacto sobre los problemas urbanos y regionales que provoca el
ozono son responsables de los actuales desarrollos sobre gasolinas reformuladas
y combustibles alternativos. ABSTRACT ·
Ozone is an important constituent of the atmosphere, although its role varies
greatly with altitude. The ozone concentration
near the earth's surface is important because of its potential adverse environmental
effects. Air pollution in the form
of oxides of nitrogen (NOX) and volatile organic compounds (VOC), emitted from
motor vehicle exhaust emissions and stationary sources, gives rise to the formation
of ozone. lts production from these
precursors is a complex function of many factors, including the intensity of sunlight,
atmospheric mixing, the concentration of the precursors in ambient air, the rate
between the precursors (VOC/ NOX), and the reactivity of the organic precursors. To
develop effective strategies for reducting ozono, an understanding of the complex
relationship between ozone concentrations and VOC and NOX emission levels is needed. The
concern about motor vehicle emissions and their impact on urban and regional ozone
problems are responsible for recent developmental work on reformulated gasolines
and alternative fuels.
INTRODUCCIÓN El
ozono es entre los oxidantes fotoquímicos presentes en el aire el de mayor importancia,
el mejor estudiado y cuyos efectos son mejor comprendidos (1). Históricamente
el término "oxidante fotoquímico" ha definido aquellos contaminantes atmosféricos
(ozono, nitrato de peroxoacetilo, dióxido de nitrógeno, etc.) que son productos
de reacciones fotoquímicas y capaces de oxidar al ión ioduro en solución neutra
(2). La concentración natural del
ozono sobre la superficie terrestre aparece referida entre límites de 0.010 y
0.050 ppm (partos por millón en volumen) que reflejan distintas situaciones (3,
4, 5). Su concentración en áreas urbanas y en áreas rurales de continentes industrializados
es mayor que la encontrada en regiones apartadas de la actividad antropogénica
(6). En los últimos años se ha observado un aumento en su concentración debido
a la intensificación de esas actividades (industriales, agrícolas, generación
de energía, quemado de bosques). La literatura refiere que en regiones europeas
el nivel actual duplica al conocido hace un siglo (7). Y en algunos lugares de
Estados Unidos se han registrado episodios con concentraciones del orden de 0.200
pprn (8, 9). EFECTOS DEL OZONO La
concentración de ozono cerca de la superficie es muy importante por sus efectos
adversos en el género humano, en la vegetación y en materiales no biológicos: a)
Efectos sobre la salud humana. La exposición al ozono causa irritación
de las mucosas, enfermedades respiratorias y reducción de la resistencia a las
infecciones. Se indica que los primeros efectos sobre el hombre aparecen cuando
su concentración alcanza a alrededor de 0.100 ppm. Para
proteger la salud pública de la contaminación del ozono se han establecido estándares
que especifican distintos límites, desde 0.060 ppm para 1 hora de exposición (World
Health Organization) a 0.120 ppm a no ser excedido más de un día por año (United
States Environmental Protection Agency, EPA) (2, 4, 10). b)
Efectos sobre la vegetación. Las plantas son más sensibles aún y pueden
observarse daños en algunas especies a concentraciones de 0.040 ppm. El
daño en la vegetación se manifiesta por un deterioro visible en las hojas y reducción
en el crecimiento, floración y cosechas. Se admite que el elevado nivel de ozono
en algunas áreas rurales es el responsable de pérdidas cuantiosas en cosechas
y del daño observado en florestas de Europa y Estados Unidos (6). La acción sobre
la salud humana y la vegetación continúa siendo objeto de una intensa investigación.
Así, un suplemento publicado por la EPA abarcando el periodo 1986-89 revisa casi
un millar de trabajos sobre el tema (11). c)
Daños sobre materiales no biológicos. Es de gran importancia práctica y
económica la acción del ozono sobre materiales susceptibles a deterioro por oxidación.
Ellos incluyen elastómeros (caucho natural y ciertos polímeros sintéticos), fibras
textiles, colorantes y en menor extensión pinturas. Estos
efectos han sido muy estudiados y se ha usado diversos antioxidantes u otros medios
de protección para reducir la velocidad del ataque. Medidas protectivas que significan
un costo adicional de estos productos (1). Además
de estos efectos ambientales que dependen de su concentración en la superficie
terrestre, el ozono también actúa como un gas invernadero, o sea que absorbe radiación
infrarroja emitida por la Tierra. Duplicando la concentración de ozono troposférico
la temperatura podría incrementar alrededor de 1°C. Este efecto radiante depende
de la masa total de ozono en toda la troposfera (4, 12). En
Estados Unidos el mecanismo establecido en la Ley del Aire Limpio (Clean Air Act)
del año 1970, para asegurar la calidad del aire, falló notablemente en controlar
el ozono en gran parte del país. Después de dos décadas de aplicación, y a pesar
de los severos controles impuestos a las emisiones de fuentes estacionarias y
móviles, un centenar de áreas urbanas que incluyen alrededor de la mitad de la
población habían excedido el límite de 0.120 ppm (10). FORMACIÓN
DE OZONO El ozono suele ser referido
como un contaminante secundario ya que por lo común no es vertido directamente
a la atmósfera sino que se forma a partir de contaminantes primarios (precursores)
a través de reacciones provocadas por la luz solar. La
concentración de ozono en el aire ambiente es el resultado neto de una gran diversidad
de procesos atmosféricos que incluyen su producción fotoquímica a partir de otros
contaminantes primarios, su transporte a otras regiones, la intrusión en la troposfera
de aire estratosférico rico en ozono y su destrucción en la atmósfera (por fotolisis
o reacción química) o sobre la superficie terrestre (por deposición sobre superficies
reactivas biológicas o no, tales como vegetación, suelo o ciertos polímeros) (2,
13). El ozono estratosférico El
ozono es un importante constituyente natural de la atmósfera concentrándose en
la región superior de la misma (estratosfera). La única reacción química significativa
produciendo ozono en la atmósfera es la que transcurre entre el oxígeno atómico
y el molecular (14, 15, 16,17). A esas altitudes (por encima de 20 km) los átomos
de oxígeno provienen de la fotodisociación del oxígeno molecular por acción de
radiaciones en el ultravioleta lejano. Cada cuanto luminoso absorbido disocia
una molécula. (r-1) O2 + hv
(l 2 O El oxígeno atómico se
combina luego con el molecular produciendo ozono. (r-2)
O2 + O + M -> O3 +M Reacción térmica
que no requiere la absorción de un fotón, donde M es un tercer cuerpo, como N2
uO2 que remueve la energía de reacción y estabiliza la molécula de O3. Pero
el O3 formado puede destruirse fotoquímicamente, ya que absorbe primariamente
en la región media del ultravioleta produciéndose una inversión de la reacción
anterior. (r-3) O3+hv (l O2 + O De
este modo se establece un estado de concentración constante; las reacciones de
producción y destrucción fotoquímicas conducen a un equilibrio fotoquímico que
conserva una pequeña concentración de O3 a partir del oxígeno irradiado. El
oxígeno atmosférico actúa así como un absorbedor selectivo de las radiaciones
ultravioletas más perjudiciales, las que corresponden a las regiones espectrales
de longitudes de onda corta UV-C (200- 28Ó nm) y media UV-B (280 - 320nm) (18,
19). Ya que la radiación ultravioleta
responsable de los procesos de fotodisociación referidos es absorbida por el oxígeno
y por el O en la estratosfera, la mayor concentración de O3 es encontrada entre
15 y 40 km por encima de la superficie de la Tierra con un pico alrededor de los
25 km (16, 20). El resultado neto
de todos estos procesos es la absorción y la conversión en calor de una cantidad
considerable de radiación solar UV que de otra manera incidiría sobre la superficie
terrestre. Justamente de este hecho deriva la importancia geofísica y biológica
de la llamada capa de ozono. En la
troposfera, capa inferior de la atmósfera que suele situarse entre 12 y 15 km
de altura sobre el suelo, el O3 no tiene el papel de escudo protector que tiene
en la estratosfera porque su concentración es alrededor de diez veces menor y
porque ya la radiación UV ha sido atenuada. Prácticamente hasta los años 70 las
investigaciones estaban basadas en el O3 estratosférico. Posteriormente el O3
troposférico despertó gran interés por su participación en el balance térmico
de la atmósfera, por su rol en la química troposférica cercana a la superficie
terrestre y por su impacto sobre el hombre y los ecosistemas cuando su concentración
excede ciertos niveles (21, 22). El
ozono troposférico A menores alturas,
en la troposfera donde solo están presentes radiaciones de l mayor a 280 nm, la
única producción significativa de oxígeno atómico proviene de la fotolisis del
NO2. Su fotodisociación por la radiación solar en el ultravioleta cerca no es
así un proceso clave (14, 23). (r-4)
N02 + hv (l NO + O El oxígeno atómico
resultante reacciona con el molecular formando ozono: (r-5)
O2 + O + M -> O3 + M En ausencia de
otras reacciones competitivas la rápida reacción del NO con O3 completa el ciclo
regenerando una molécula de NO2: (r-6)
NO + O3 -> NO2 + O2 Las tres reacciones
ocurren rápidamente, estableciéndose una concentración de O3 dada por la relación
de un estado fotoestacionario: [NO2] [O3]
= K -------- [NO] De
modo que la concentración de O3 dependerá de la relación [NO2] / [NOJ y del valor
de K = kr -4/kr - 6, la cual a su vez depende de la intensidad de la luz solar
(4, 23). En ausencia de otros agentes
oxidantes el O3 oxidará al NO para regenerar al NO2 sin resultar una ganancia
neta de O3. Sólo puede existir una acumulación de O3 si existe un paso alternativo
que evite su consumo. Esa alternativa es ofrecida por la presencia de contaminantes
atmosféricos que participan en reacciones químicas, inducidas por la luz solar,
dando lugar a la formación de O3 y otros oxidantes fotoquímicos como contaminantes
secundarios (4). Los contaminantes
primarios involucrados en esta formación de O3 fotoquímico son denominados precursores
y están representados por compuestos orgánicos reactivos, especialmente hidrocarburos
(RH) y óxidos de nitrógeno (NOX) provenientes principalmente de emisiones del
escape de automotores y fuentes estacionarias. Las
reacciones básicas que conducen a la formación fotoquímica del O3 han sido identificadas
y suelen expresarse integrando el siguiente mecanismo (6,25,26, 27). (r-7)
RH + OH -> R+ H2O (r-8) R + O2 + M
-> RO2 + M (r-9) RO2 + NO -> RO +
NO2 (r-10) RO + O3 -> HO2 + RCHO (r-11)
HO2 + NO -> OH + NO2 (r-12) 2 x NO2
+ hv -> NO + O (r-13) 2 x O+ O2 +M
-> O3 +M (reac.neta) RH + 4 O2 + 2hv
-> RCHO + H2O + 2 O3 Se supone que
el compuesto orgánico sea un hidrocarburo RH (R puede ser CH3, C2H5, etc.). El
mecanismo se inicia por acción del radical OH (28,29). Este radical libre, especie
conteniendo un electrón desapareado, es muy reactivo. La captura de un átomo de
hidrógeno rompe el enlace covalente en RH, creando otro radical libre R, que en
presencia de oxígeno forma radicales oxigenados. El peroxo radical oxida al NO
formándose el radical RO que en presencia de oxígeno produce un aldehído RCHO
y un nuevo radical, hidroperoxilo HO2, que oxida otra molécula de NO. El
resultado neto es la formación de dos moléculas de O3 y un aldehído RCHO, cuya
degradación posterior puede producir nuevas moléculas de O3. El número de moléculas
de O3 producidas por oxidación de un hidrocarburo dependerá de su estructura y
de la composición atmosférica: para las especies encontradas en el aire ambiente
conteniendo 2 - 6 átomos de carbono cada molécula puede generar de 4 a 14 moléculas
de O3. Es importante notar que NOX
desempeña el papel de un catalizador en la secuencia de reacciones indicada, mientras
que los compuestos orgánicos son consumidos, siendo eventualmente oxidados a CO2. CONTROL
DEL OZONO Naturaleza de los precursores El
término NOX se refiere a la mezcla de los óxidos NO + NO2, producidos en todo
proceso de combustión por conversión del nitrógeno libre del aire o del combinado
en el propio combustible. En los efluentes de combustión el NO representa alrededor
de 90 - 95 % de la mezcla (30,31, 32). Junto
a los NOX las emisiones incluyen productos de combustión completa (CO2 y H2O),
productos de combustión incompleta (CO y cientos de compuestos orgánicos) y combustible
no quemado (33). El ciclo de reacciones
(r-7 a r-13) se inicia con el ataque de un compuesto orgánico, por ejemplo un
hidrocarburo representado por RH. En la terminología de este tema el término hidrocarburo
suele usarse para referirse a aquellas sustancias orgánicas que en la presencia
de NOX y luz solar producen polución fotoquímica del aire (34). Cabe
señalar que entre los hidrocarburos, el metano por su reactividad despreciable
en condiciones ambientes contribuye en forma mínima en episodios de corta duración
y es clasificado como no reactivo (2). También que además de los hidrocarburos
hay otros compuestos orgánicos fotoquimicamente reactivos tales como alcoholes,
aldehídos, éteres y cetonas que actúan como precursores del ozono en procesos
atmosféricos. Por estas razones los compuestos importantes como precursores suelen
ser referidos como hidrocarburos no metano (NMHC abreviadamente en la literatura
en inglés), o más precisamente compuestos orgánicos no metano (NMOC) o mejor gases
orgánicos no metano (NMOG). Así este último término incluye las especies oxigenadas,
no comprendidas en el término NMHC, que están presentes en el combustible o en
las emisiones, y además destaca que el componente debe estar en estado gaseoso
para tener una contribución significativa (33, 35). También con frecuencia son
referidos simplemente como compuestos orgánicos volátiles (VOC). Estos
términos distinguen una amplia clase de precursores orgánicos provenientes de
fuentes originadas por la actividad humana Incluyendo la emisión de automotores
y fuentes estacionarias, evaporación de combustibles y diversos solventes, industria
química y refinación de petróleo. En la mayor parte de las áreas urbanas estas
fuentes antropogénicas dan cuenta de la mayoría de los precursores, pero en atmósferas
rurales las emisiones naturales pueden tener un gran impacto (5). Es el caso de
los hidrocarburos biogénicos emitidos por la vegetación, especialmente isopreno
y terpenos, que actualmente reciben una considerable atención por su contribución
a la formación de ozono (27, 36, 37, 38). También
es muy importante la contribución del CO emitido por la quema de biomasa, en una
cantidad que ha sido estimada como comparable al CO producido globalmente por
fuentes antropogénicas provenientes de combustibles fósiles (39). La
formación de O3 a partir de sus precursores es una función compleja que depende
de muchos factores, que incluyen la intensidad de la luz solar, el mezclado atmosférico,
la concentración de los precursores en el aire ambiente, la relación entre sus
concentraciones y la reactividad de los precursores orgánicos (VOC). Las
propiedades más relevantes de un compuesto orgánico como precursor del ozono son
su volatilidad que gobierna su emisión a la atmósfera y su reactividad que determina
su vida media en dicha atmósfera (2). La
química de la contaminación del aire es estudiada experimentalmente a dos niveles:
estudios de laboratorio sobre el mecanismo y cinética de reacciones individuales
y experimentos en cámaras de niebla, en las cuales compuestos orgánicos son fotooxidados
en presencia de NOX, intentando una simulación de la química atmosférica. Las
diferencias de reactividad han sido objeto de una considerable investigación y
se han usado distintas definiciones y variados criterios para su evaluación. En
la actualidad la reactividad de los compuestos orgánicos volátiles se ha centrado
casi exclusivamente en la capacidad para formar ozono (40, 41, 42). Estrategia
para su reducción A pesar de que
los compuestos orgánicos volátiles (VOC) y NOX han sido extensamente identificados
como los precursores claves del O3 fotoquímico, el desarrollo de una estrategia
efectiva para su reducción por control de las emisiones antropogénicas de estos
precursores ha presentado diversos problemas. La relación VOC / NOX varia con
el área considerada y su influencia en los niveles ambientales de O3 es compleja. Históricamente
los esfuerzos se concentraron en reducir la emisión de VOC, porque se consideraba
que los métodos serían más baratos y fáciles y porque algunas veces la reducción
de NOX puede ser contraproducente (10). Cuando
la relación es alta, hay poca disponibilidad de NO que pueda ser oxidado (reacción
r-9). Como consecuencia, la formación de O3 es controlada primariamente por la
cantidad de NOX disponible y es insensible a la variación en la cantidad de los
gases orgánicos. Aumentando NOX aumentará O3. Cuando
la relación es baja, la fácil disponibilidad de NOX hace que la formación de O3
sea altamente dependiente de la disponibilidad de VOC. El NO puede destruir el
O3 más rápidamente que su propia oxidación por peroxo radicales (r-9). Más aún,
el NO2 removerá más fácilmente radicales OH, inhibiendo la oxidación de los hidrocarburos
(r-7), a través de la reacción (r-14)
OH+NO2 -> HNO3 Esta reacción conduce
a la remoción de NOX y constituye así una reacción de terminación para el ciclo
que cataliza. La remoción, por formación de moléculas estables, de especies catalizadoras
o radicales libres limita la producción de O3. Como resultado, el crecimiento
en NOX conducirá a una disminución de O3 (14, 30). Así,
la reducción de NOX opera mejor a concentración relativamente alta de VOC cuando
la producción de O3 está limitada por NOX. Hay
que señalar que en estas estrategias de abatimiento del O3 los hidrocarburos biogénicos,
los emitidos por la vegetación, han sido ignorados por casi todos los modelos.
Si las emisiones antropogénicas fueran totalmente eliminadas, la contribución
biogénica aún permanecería y podría, sin un control de las emisiones de NOX, en
ciertas situaciones generar concentraciones de O3 en exceso a niveles permitidos
(27). La gasolina a través de su evaporación
y sus productos de combustión es la mayor contribuyente a la polución del aire
urbano. En los motores diesel el combustible no es volátil y sus emisiones son
pobres en CO y VOC (33). Para compensar
la pérdida de octanos en las gasolinas, debido a la eliminación del plomo, se
incrementó la cantidad de butanos y esto produjo altos niveles de ozono atmosférico.
Por este y otros problemas, regulaciones adicionales en Estados Unidos a partir
de 1990 significaron cambios en la industria del petróleo. Dos de las más importantes
fueron la reformulación de gasolina y el empleo de otros combustibles alternativos
(43, 44). - reformulación de gasolinas.
La gasolina reformulada no es un producto definido, es más bien un concepto
que se refiere a una nueva gasolina capaz de mejorar la emisión de los motores.
Estrictamente, tampoco es un combustible alternativo, ya que este término suele
usarse cuando el vehículo ha sido rediseñado para su uso (33). Las
enmiendas a la Ley del Aire Limpio Introducidas en 1990 impusieron cambios fundamentales
en la composición de las gasolinas, muchos de los cuales atendían al abatimiento
del O3: reducción de la volatilidad, reducción de VOC, no incremento en las emisiones
de NOX, reducción de los aromáticos (que presentan un pronunciado aumento de la
reactividad con el peso molecular) y la reducción de olefinas (altamente reactivas,
que entran a la atmósfera primariamente por evaporación) (45, 46, 47, 48). Hasta
entonces, los requerimientos a la gasolina solo atendían el desempeño del motor
y fueron otras tecnologías de control (canastillas de carbón y convertidor catalítico
en el escape) las responsables de reducir las emisiones. La única contribución
indirecta del combustible fue la eliminación del plomo para permitir el funcionamiento
del catalizador (49). En la producción
de gasolinas reformuladas la adición de oxigenados (alcoholes y éteres) para reducir
las emisiones de CO y los niveles de O3 atmosférico ha sido de importancia fundamental;
y se ha señalado que sin la incorporación de éteres posiblemente no hubieran aparecido
(49). La experiencia con el de mayor uso, el metil terbútil éter (MTBE), ha sido
extendida a éteres superiores por transformación de olefinas entre C5 y C7 (49,
50). Los oxigenados han constituido
sustitutos ideales de otros hidrocarburos fotoquimicamente muy reactivos, especialmente
los aromáticos, para compensar la pérdida de octanos. Y en la actualidad existe
un gran esfuerzo de investigación de parte de las industrias automovilística y
petrolera para desarrollar nuevas formulaciones de gasolinas oxigenadas y de baja
reactividad (51, 52). Aparte del MTBE
han sido usados otros éteres altamente ramificados como TAME (teramil metil éter),
ETBE (etil terbutil éter), etc., cuya reactividad en atmósferas urbanas, especialmente
su potencial de formación de O3, interesa conocer. Se estudia el mecanismo y cinética
de su oxidación atmosférica iniciada por el radical OH; y los datos se incluyen
en el modelo químico que simula la formación de O3en áreas urbanas (53).
- Combustibles alternativos. Los combustibles
alternos de mayor interés son metanol, etanol, propano y metano. Todos ellos contribuyen
a una menor formación de O3. El etanol es el más reactivo de ellos, pero aún es
menor que la gasolina (43, 54,55, 56).
Los
productos comerciales, gas natural y gas licuado de petróleo, no son metano y
propano puros y así sus reactividades son mayores que la de estos compuestos.
El gas natural puede contener de 85 a 95% de metano siendo el resto etano, propano
y nitrógeno. Cuanto mayor sea su contenido en hidrocarburos diferentes al metano
sus emisiones se parecen a las de gasolina. En el gas licuado de petróleo el propano
es acompañado de etano, butano y propilenos que afectan su desempeño. Por
sus reactividades estos combustibles aseguran un menor nivel de O3 ambiental.
Por otra parte sus emisiones tienen efectos variables. Los alcoholes dan menos
compuestos formadores de O3, pero entre ellos están los aldehídos que además de
ser fotoquimicamente reactivos son tóxicos. Todos los combustibles alternativos
emiten aldehídos en los gases de escape pero los alcoholes lo hacen en proporción
mayor a la gasolina. El gas natural por su contenido variable en metano puede
causar una alta emisión de NOX, por ser sensible a la relación aire - combustible,
que constituye un factor critico en el control del ozono (54). La
calidad del aire ambiental, que incluye el nivel de O3, es un problema común a
todas las ciudades de los países industrializados y muchas sufren peores condiciones
de polución que las que en Estados Unidos motivaron las modificaciones introducidas
en la Ley del Aire Limpio en 1990. Esas regulaciones han tenido impacto en la
legislación de otros países, pero es improbable que adopten el mismo paquete de
medidas que definen las gasolinas reformuladas. Más bien parece que esos cambios
serán introducidos gradualmente (49, 57). |