ACUARELA
TRASFORMACIÓN DE LA ACUARELA EN LA EDAD MEDIA
Pero la acuarela, entendida como la practicaban los miniaturistas del siglo xiii, no podía subsistir sin experimentar una nueva transformación, porque aspirando el arte, una vez emancipado del simbolismo religioso, a hacerse naturalista, el colorido convencional que se conseguía por un procedimiento tan parecido a la iluminación, no daba de sí lo que era menester para obtener el relieve, el bulto, el empaste, la variedad de los tonos y las armonías que la naturaleza objetiva ofrece.
Esto en aquel tiempo había que buscarlo en la aguada, según la practicaba la antigua escuela bizantina, derivación directa de la romana; que la bizantina moderna ya había caído en postración irreparable. Pero hasta tanto que la acuarela no progresase y adquiriese recursos propios para llegar al naturalismo, forzosamente la pintura a la aguada había de sobreponerse y lograr el imperio en las ilustraciones de los libros y en todas las obras que otro género de pintura, a la sazón naciente, no reclamase para sí.
Aludimos a la pintura en tabla, que, por un procedimiento parecido al de la aguada, cual era el de los aglutinantes mezclados con los colores de cuerpo, alternaba ya con la pintura mural al fresco y al temple en la decoración de los templos y grandes edificios de todo carácter.
Como era natural, el paso del sistema francés del siglo xiii a la general aplicación de la pintura a la aguada, no había de verificarse de golpe y bruscamente; hubo un momento de transición y de transacciones, en que los miniaturistas ejecutaron obras que llamaremos híbridas, muy curiosas por cierto, mostrando en ellas la vacilación entre los dos sistemas o métodos diversos.
Nos referimos a ciertos interesantes manuscritos ilustrados en Flandes, como el de la Biblioteca de Cambrai (n° 274) del año 1331, la preciosa Biblia en folio (n° 327) de la misma Biblioteca, y la traducción de las Décadas de Tito Livio (1), de Pierre Berceure (n° 30 de la Biblioteca nacional de Paris), citados por Mr. Labarte, en los cuales se ven la acuarela y la aguada mezcladas.