ACTOR
LOS ACTORES EN ANTIGUA GRECIA
La condición social de los actores ha variado mucho, según los tiempos y los pueblos, y ha variado también su organización y manera de vivir y de representar.
El teatro griego empezó en las fiestas de Baco, teniendo, por tanto, cierto carácter nacional y religioso. Por eso la profesión de actor fue en Grecia noble y honrada, y en los primeros tiempos del teatro los poetas representaban sus propias obras; y posteriormente dirigían y ensayaban a los actores. Estos no siempre eran de profesión u oficio, sino que muchas veces eran de ocasión.
Cuando llegaban las grandes fiestas, panateneas o eleusinas, que exigían representaciones dramáticas, cada tribu elegía un corega, esto es, un ciudadano rico, que formaba un coro, equipándolo y enseñándolo a su costa, para ponerlo a disposición de los poetas que se disputaban el premio en los concursos dramáticos; y en los primeros tiempos, especialmente, las personas viles y los extranjeros no podían pertenecer a los coros.
Los papeles de mujer eran representados por hombres, considerándose muy dudoso lo que insinúa Cornelio Nepote respecto a la presentación de las mujeres lacedemonias en la escena pública. Lo probable, aunque también lo niegan muchos, es que en los coros había mujeres; pues ni el retiro en que vivían era tan grande como se dice, y menos para lo que podía tener carácter religioso, ni dejaba de ser muy conveniente y natural la mezcla de voces: en Roma, por lo menos, Séneca y Macrobio dicen claro que en los coros había voces femeninas.
La institución de la coragia fue perdiendo importancia en Grecia, por varias razones, unas políticas y otras económicas. Era muy costoso ser corega, y con el tiempo tuvieron que admitirse sustitutos y extranjeros para serlo. Además, en la comedia dejó de existir el coro, por falta de libertad; entibiándose también mucho el entusiasmo por los coros trágicos, dando a entender algunos autores que no se encontraba gente que quisiera ir: y un fragmento de Menandro dice que en los coros cantaba sólo la primera fila, sin duda por economía de gasto y de trabajo.
Los actores griegos representaban con máscara que les cubría la cabeza, y en la tragedia usaban un calzado alto (coturno) para aparecer grandes. Los actores de profesión conservaban todos sus derechos, y en ocasiones eran honrados sobremanera, como lo prueba el caso de Aristodemo, Satyro y Neoptolemo, que fueron enviados con una embajada a Filipo, rey de Macedonia; y hay noticia de algunos otros actores, como los famosos Polo y Teodoro, que se hicieron ricos con su profesión.