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ACTITUDES VICIOSAS TEMPORALES Entre las actitudes temporales producidas por las deformidades, hay algunas dependientes de un estado patológico de los músculos y que, en realidad, constituyen la deformidad misma. Otras son simples posiciones producidas temporalmente por deformidades permanentes, que se presentan en general en las regiones próximas a la que ocupa la deformidad. La primera clase de actitudes indicadas corresponde sobre todo a la parálisis parcial. Resultan de la acción exclusiva de los músculos sanos y de la falta de armonía en los movimientos por la falta de contracción de los músculos afectos. La posición anormal no tiene muchas veces análoga en los movimientos fisiológicos; otras veces reproduce una posición normal. Según el asiento de la parálisis y la función de los músculos afectos, se puede prever cuál será la actitud o posición resultante; problema fisiológico y clínico cuya solución ha facilitado en gran manera Duchenne (de Boulogne) con sus magníficos estudios sobre la electrofisiologia y las atrofias parciales de los músculos. La desigual tensión de los músculos por la lesión de algunos de ellos da lugar a la desviación de los huesos o de los puntos de inserción en el sentido de los músculos sanos. Las posiciones más viciosas y extrañas resultan de esta discordia de los agentes del movimiento, imposibilitados algunos de ellos para responder a las órdenes de la voluntad. Unas veces la actitud viciosa resultante dura tanto como la afección nerviosa o muscular; otras, sólo se produce durante los movimientos. Todas estas actitudes temporales, resultado de deformidades preexistentes, son a su vez causa de deformación, ora porque contribuyan a los progresos del mal que las ha provocado, ora porque dan origen a deformaciones nuevas que complican las antiguas. En la parálisis en la atrofia del gran serrato la elevación de los miembros superiores hacia adelante da al omoplato una posición irregular característica que desaparece cuando los brazos caen a los lados del tronco. La parálisis atrófica de los músculos especiales de un solo lado se acompaña, durante la bipedestación de una inflexión de la columna vertebral en sentido opuesto, pero que desaparece en el decúbito. La parálisis del tibial anterior da lugar durante los esfuerzos de flexión a la inversión del pie hacia fuera, pero durante el reposo no hay deformación ni actitud viciosa alguna.
2014 - Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano Siglo XIX. Aviso Legal