ACTITUD
LAS ACTITUDES EN EL LECHO
En el lecho, la actitud está muchas veces en relación con el estado morboso y hasta puede caracterizarlo.
El decúbito dorsal se observa en la obesidad, en las enfermedades agudas graves, en las enfermedades adinámicas y tifoideas, en ciertas enfermedades dolorosas como el reumatismo articular agudo, la peritonitis aguda, que impiden todo movimiento, en el período comatoso de la meningitis, etc.
El decúbito lateral es generalmente de buen augurio, cuando no es impuesto al enfermo por los accidentes que experimenta, pero con frecuencia indica una situación grave. Se observa en la pleuresía aguda con derrame muy considerable; es lateral derecho, si el hidrotórax ocupa el lado derecho, e izquierdo si la pleura izquierda es la enferma, porque así el juego del pulmón del lado sano es más fácil. Este decúbito lateral izquierdo se observa igualmente en las hipertrofias del corazón, en el hidropericardias, en los tumores voluminosos del bazo o del lado izquierdo del abdomen.
La actitud sentada permanente indica el asma, el enfisema pulmonar, el hidrotórax avanzado, la tisis en su período terminal, y en todas las enfermedades graves del pulmón, del corazón y de los grandes vasos; revela siempre gran dificultad respiratoria, y la disnea así caracterizada se denomina ortopnea.
Cuando los enfermos se obstinan en cambiar la actitud horizontal para levantarse o sentarse, sin poderse sostener, es raro que no esté próxima la muerte. Lo mismo ocurre cuando estando en decúbito supino separan con frecuencia los brazos lejos del cuerpo y mantienen las extremidades inferiores separadas o dobladas, cambiando continuamente de sitio, estado de jacquitación.
Es también muy grave que los enfermos en decúbito dorsal resbalen hasta el pie de la cama, sin que pueda lograrse mantenerlos sobre la almohada.
El decúbito dorsal es modificado por distintas enfermedades. En la sofocación del crup y de otras enfermedades laríngeas, los niños acostados invierten la cabeza hacia atrás; en la contractura esencial los niños permanecen acostados con las manos sobre el vientre, rígidos los dedos y aproximados los unos a los otros; en la catalepsia los enfermos están absolutamente inmóviles y los miembros conservan largo tiempo la actitud que se les da; en el tétanos hay inversión del cuerpo hacia atrás, o inflexión lateral, contractura de las mandíbulas y rigideces musculares muy pronunciadas de los miembros.
En el cólico de plomo, en el cólico seco o nervioso, en los violentos dolores del cólico nefrítico, los enfermos suelen acostarse sobre el vientre. Con frecuencia los enfermos se sientan inclinando el cuerpo hacia adelante y comprimiendo su vientre con las manos.
