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LAS ACTITUDES Y LAS ACCIONES MUSCULARES Por las acciones musculares exigidas por las distintas actitudes pueden también ser éstas causas de deformaciones cuando son demasiado prolongadas o muy frecuentemente repetidas. En las distintas actitudes la relación normal entre las longitudes de los distintos músculos cambia; unos se acortan, los opuestos se alargan. Si estos cambios de longitud son muy frecuentes o se mantienen algún tiempo, la extensibilidad de los unos y el resorte de los otros disminuyen poco a poco; y estos cambios, favorecidos en su acción sobre el esqueleto por la pesantez, pueden determinar, si las actitudes son viciosas, deformidades más o menos notables y persistentes. Además la repetición frecuente y prolongada de un movimiento hace éste cada vez más fácil y lo convierte prontamente en habitual, y si las actitudes originadas por este movimiento son viciosas, engendran con frecuencia vicios de conformación. La nutrición de los músculos en circunstancias normales es proporcional a su ejercicio, y su volumen aumenta por efecto de los movimientos enérgicos de ciertas profesiones. También puede producirse una retracción muscular por consecuencia del acortamiento fisiológico de los músculos, hecho permanente mediante una modificación nutritiva de los músculos acortados por su propia retractilidad o por el ejercicio de la contractilidad de su tejido; como también puede hacerse permanente el alargamiento pasajero de los músculos antagonistas, según puede verse a consecuencia de actitudes viciosas debidas a la acción de la pesantez mal contrabalanceada por la debilidad de las potencias musculares. El acortamiento persistente de los músculos es producida con más facilidad que por las actitudes pasivas, por aquellas que exigen una acción fisiológica intensa de los músculos, como ocurre con la contracción enérgica del tríceps crural durante los esfuerzos sucesivos para levantarse y andar de puntillas, o en ciertas claudicaciones por cortedad de un miembro abdominal o cuando se usan muletas demasiado largas; pero siempre este acortamiento fisiológico de los músculos es menos considerable que el consecutivo a las alteraciones morbosas de su contractilidad.
2014 - Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano Siglo XIX. Aviso Legal
