ACLIMATACIÓN

NECESIDAD DEL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE LAS MIGRACIONES

Los preceptos fundamentales que deben tenerse en cuenta para la aclimatación, no ya del individuo sino de la descendencia, derivan de la enseñanza que encierra la historia del conjunto de las emigraciones humanas, y a ellos deben procurar sujetarse las emigraciones presentes y futuras si no quieren verse repetidos los fracasos y las verdaderas hecatombes que registra la historia de la colonización.

Las únicas colonizaciones que han triunfado son las que han procedido por la aclimatación menor favorecida con frecuencia por el cruzamiento con los indígenas y avanzando de norte a sur o viceversa por etapas sucesivas.

Seguramente las colonizaciones modernas no permiten el transcurso de etapas seculares; pero debe procurarse en cuanto sea posible no fiar el éxito de las colonias a la aclimatación mayor (que entre los europeos sólo los españoles parecen soportar), porque el fracaso es casi seguro y siempre costoso en sangre humana. Cuando una nación llama colonos a un territorio nuevo, el llamamiento debe dirigirse particularmente a las nacionalidades situadas en las zonas isotérmicas de la región que se trata do colonizar y tanto menos lejanas cuanto menos salubre es esta comarca.

Jamás deben ser olvidados los beneficios que el cruzamiento de los inmigrantes con los naturales puedo reportar a la aclimatación, pues de él ha de esperar tipos nuevos y mejor dotados que luego fija y perfecciona la selección. No a otra cosa que a determinadas condiciones de los cruzamientos étnicos deben los españoles y los portugueses (como, en menor parte, los judíos, malteses y sicilianos) la importancia capital que el porvenir de las colonizaciones les reserva, pues por su fácil aclimatación y por sus cruzamientos fecundos con la raza negra están llamados a llevar la civilización indo-europea a las vastas comarcas inter-tropicales, que sólo en sus manos podrán prosperar, a pesar de todas las combinaciones artificiales de la política.