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ACLIMATACIÓN DE LOS EUROPEOS EN SENEGAL Y EGIPTO En el Senegal la aclimatación de los europeos ingleses y franceses es imposible. Dominan las fiebres palustres, la disentería, las hepatitis supuradas y hasta la fiebre amarilla aparece de vez en cuando. Los animales domésticos llevados por los europeos sufren por el clima. El viento del Sahara es funesto; nunca se ha visto en la población europea el producto de una tercera generación. En Egipto, si la aclimatación del individuo es posible y aún fácil para los meridionales, no hay ejemplo de línea europea que no se haya extinguido con rapidez suma. Ni los españoles arraigan en esta tierra. Aun cuando el europeo es más respetado por la peste de Egipto que los indígenas, no escapa a una alteración lenta y profunda, que al cabo de los años puede manifestarse por una hepatitis supurada. Las generaciones jóvenes son más atacadas. La insalubridad de las costas del mar Rojo para los europeos es considerable. Aubert-Roche y Pruner-Rey están conformes en afirmar la inocuidad de la comarca del istmo de Suez, hecho singular estando situada esta banda de tierra entre dos regiones, el Egipto y la Arabia, reputadas justamente corno inhospitalarias. Según Aubert-Roche, durante los trabajos del canal, removiéndose muchas veces terrenos pantanosos, no se observó “ni una sola fiebre perniciosa, ni una sola fiebre intermitente”. Sabido es que también las tierras pantanosas de las islas Havai, Taiti y Nueva Caledonia en Oceanía, tienen la misma inmunidad miasmática. En cuanto a la aclimatación definitiva de la descendencia europea, sólo el porvenir resolverá.
2014 - Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano Siglo XIX. Aviso Legal
