ACARREO

INFLUENCIA DEL ENGANCHE Y MARCHA EN EL ACARREO

El enganche y marcha de los animales debe disponerse de modo que no les ocasione fatiga ni incomodidad, y que vayan siempre en línea recta y paralelamente a la lanza. La costumbre que algunos tienen de separar las caballerías de dicha lanza o de que lleven los cuellos hacia afuera es muy perjudicial, tanto por lo violenta que es para los animales dicha actitud, como por la pérdida de fuerzas que ocasiona. Es también necesario que el carretero lleve siempre los ramales de la mano, procurando que marchen a una misma velocidad las caballerías enganchadas a un mismo carro. Una velocidad desigual perjudica mucho al animal que va más de prisa, porque hace su trabajo y el de las demás caballerías que van más despacio.

Debe proscribirse el uso de la serreta que suele ponerse sobre la nariz de las caballerías para sujetarlas, tirando de los ramales enlazados con aquella, porque aun cuando se logra así fácilmente el efecto que se desea, es causando gran dolor al animal. La yunta debe seguir, siempre que se pueda, lo rodado del camino, pues es el modo de gastar el mínimum de fuerzas para arrastrar el mismo peso. La carga debe procurarse que sea ancha y baja, que es el modo de hacer más estable el equilibrio del carro y punto menos que imposible los vuelcos; la costumbre que por vanidad tienen algunos carreteros de cargar muy alto, es perjudicial y antieconómica. Los vuelcos son muy fáciles y la carga y descarga exigen más tiempo y dificultad.